Madera, hierro, granito, bronce, tela, tierra o mármol son algunos de los materiales con los que trabajan estos cuatro artistas.
Así, el extremeño afincado en Ávila, donde tiene su taller, Jesús de Zafra ha sido varias veces becado por la Universidad Complutense de Madrid y ha recibido varios premios y menciones en concursos nacionales. Suyas son las piezas dedicadas al arte funerario.
David Hernández, que aporta escultura sobre anatomía humana, dibujo y óleo, se formó en Salamanca en el taller de Miguel Romero, autor del famoso astronauta de la catedral de esta ciudad. Ha ganado varios premios internacionales, como el que le ha llevado a exponer su obra, en la actualidad, en Florencia (Italia).
Diego Lázaro, por su parte, se ha convertido en un experto ebanista y aporta, de hecho, la única pieza en este material de la exposición, dedicada al fuego.
Adrián Sánchez, que dedica una serie a Dulcinea, acumula igualmente numerosos premios nacionales e internacionales, como el Reina Sofía, y su obra puede encontrarse en países como Francia, Italia o Estados Unidos.