La buena calidad de las imágenes y de las reproducciones contribuyó a revalorizar los monumentos abulenses en media Europa, de ahí que la muralla recobre especial renombre como concepción típica de lo que configura una ciudad medieval, y el mejor ejemplo es Ávila.
Otro de los mejores exponentes que tuvieron mayor difusión fueron las fototipias que en 1894 hicieron Hauser y Menet, entre las que sobresalen sendas vistas de la ciudad y su muralla. Igualmente, las vistas de Ávila se vendieron como láminas sueltas por entregas y agrupadas en el volumen titulado España ilustrada. La sociedad Hauser y Menet, que entre 1897 y 1904 editó veinticinco vistas de la ciudad, responde al nombre de los empresarios suizos Adolfo Menet Kursteiner y Oscar Hauser Mueller, especialistas en imprenta y fotografía, quienes pronto popularizaron el nuevo producto fotográfico de la tarjeta postal con la que revolucionaron la difusión de las imágenes a finales del siglo XIX, convirtiéndose con ello en la más importante empresa editora de tarjetas de todos los tiempos, con una tirada mensual de quinientos mil ejemplares en 1902 .
Fijar la ciudad en imágenes y obsequiar las mismas al Presidente de Gobierno, quien veraneaba y tenía casa en Ávila, fue una forma de ofrecer esta tierra al resto de España. Y esto fue lo que debió pensar Rafael de Sierra, un fotógrafo “amateur”, allá por el año 1896. A tal fin, reunió medio centenar de vistas de los monumentos y escenarios más importantes de Ávila, con las que confeccionó un álbum encuadernado en cuyas tapas mandó imprimir en letras doradas A Don Práxedes M. Sagasta. Álbum de fotografías de Ávila. Recuerdo de Rafael de Sierra. Entre los temas fotográficos incluidos en el álbum de Sierra destacamos aquí las vistas referidas a los Cuatro Postes y su entorno, rubricadas con los siguientes títulos: “Vista panorámica de la población y de los cuatro postes”, “Muralla medio día y Puente sobre el Río Adaja”, “Muralla y Castillo de San Segundo”, “Iglesia de San Segundo, la primera que se construyó en Ávila”, y “Murallas, grupo de Castillos de Poniente y Mediodía”. Como vemos, esta parte de Ávila, la que presenta la muralla, ocupa un lugar sobresaliente en la percepción de la ciudad que se quiere contagiar.
Siguiendo con el entorno gubernamental de la España de la época que en Ávila tenía cierto arraigo, sabemos por una tarjeta postal que el antiguo ministro de Hacienda y Fomento José Echegaray (1832-1916) visitó Ávila en 1903, un año antes de recibir el premio Nóbel de literatura. La postal que el político y escritor remitió como recuerdo fue una vista de la Basílica de San Vicente impresa a partir de una fotografía de Hauser y Menet. La imagen retratada sirve en esta ocasión de fiel testimonio del paso literario por la ciudad del dramaturgo, cuyas obras Lo sublime y lo vulgar, Mariana y La Duda, formaron parte del repertorio representado en el Teatro Principal en 1898 y 1899.
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
(Foto: Muralla de medio día y puente sobre el río Adaja. Rafael de Sierra, 1896).