Crónicas Abulenses I
CRÓNICAS ABULENSES
I. Crónicas urbanas. Ávila 1958
Desde esta nueva ventana abierta en la web municipal nos asomamos a la ciudad para compartir su vivir diario, lo que haremos a través de su historia y su cultura. Ello nos permitirá acercarnos a su evolución urbana y su relevancia artística y monumental, también a sus tradiciones y costumbres, así como al quehacer de los hombres y mujeres protagonistas de los itinerarios ilustrados que trazan su continua fundación a lo largo del tiempo.
La puesta en común de las cosas de Ávila tomadas de su acervo mítico y legendario, y también moderno y contemporáneo, la haremos entonces de forma periódica a través de textos breves acompañados de imágenes sin ningún orden preestablecido, cuya lectura puede hacerse de modo independiente.
Como quiera que, en un primer momento, ahora escribimos estas crónicas desde el área municipal de urbanismo y patrimonio histórico, al que luego añadiremos las distintas las facetas que conforman la identidad de un pueblo, nos detenemos en una de las épocas más significativas del desarrollo urbano de Ávila, lo que haremos en diez entregas.
Enlace a II. Mercado Grande
Enlace a III. La Muralla en la mirada
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Ávila no se caracteriza por tener grandes parques urbanos, quizás porque el campo está a la vuelta de la esquina, y los campesinos invaden la ciudad cada viernes de mercado.
El paseo del Rastro recorre el lienzo sur de la Muralla que cierra el actual Palacio Episcopal con la iglesia de Santo Tomé “el Nuevo” con su ábside románico y el palacio de los Dávila.
El ganado negro avileño pasta ajeno al devenir histórico de la ciudad que se resiste a dejar su pasado agrícola y ganadero.
Una interesante promoción de viviendas plurifamiliares de dos plantas con patio exterior construidas en piedra y proyectadas por el arquitecto Ricardo Salas abren la ciudad al viajero que llega por la carretera de El Escorial y continúa por la Avda. del 18 de julio, actualmente de los Hornos Caleros. 
La catedral de Ávila primero fue románica y después gótica de transición, y es que empezó a construirse en el siglo XII bajo la dirección del Maestro Fruchel y no concluyeron las obras hasta el siglo XVI. 
La parte alta del recinto amurallado que se extiende desde la plaza del Mercado Chico y la planicie del Mercado Grande o del coso de San Pedro y su entorno han sido tradicionalmente la parte noble de la ciudad histórica que habitaron los primeros caballeros medievales.
Nos situamos en el centro neurálgico de Ávila que es la Plaza del Mercado Grande. Su configuración actual quedó definida al tiempo de la repoblación y la construcción de las murallas, la iglesia románica de San Pedro y el convento de la Magdalena, concluidos ya en el siglo XII.
La Muralla de Ávila constituye su propia seña de identidad histórica y cultural desde el momento de su bendición por el obispo Pelayo en 1090.
Ávila cuenta con unos veintiocho mil habitantes y unos dos mil quinientos edificios. La ciudad habitada y su caserío ocupan unas trescientas hectáreas, de las que un treinta por ciento está ocupado por el conjunto histórico artístico.
En la década de los años cincuenta Ávila experimenta una notable transformación urbanística propiciada por la expansión del casco urbano y el crecimiento de su caserío fuera del recinto amurallado, a la vez que mantiene su rico conjunto monumental dominado por la Muralla y la Catedral.
