Ahora vemos Ávila con diadema de piedra, coronada de almenas abrochadas por el cimorro de la catedral, y enseguida se nos aparece la imagen del castillo interior de Santa Teresa.
El conjunto catedralicio está situado en lo más alto de la ciudad y por tanto más cerca del cielo y de Dios. La catedral preside y orienta la ciudad a la que todos miran.
El cimorro fortaleza cierra la Muralla por el Este. A su izquierda sigue la calle de San Segundo con edificios de pisos adosados a la Muralla de torreones desmochados. Por la derecha están la casa de las Carnicerías y el antiguo Hospital de San Martín, a cuya espalda se halla en antiguo palacio del rey niño y el “episcopio”, en el patio o corralón junto se ubicaba el Parque Municipal de Servicios que pronto debía dejar el espacio para la Casa de Cultura y actual Biblioteca de Ávila.
Estamos en la parte superior del recinto amurallado, una planicie de casas blasonadas y palacios, en cuyo centro se hallan la plaza del Mercado Chico y el Mercado de Abastos que proyectó Repullés en 1893 y que fue demolido en los años sesenta. En el horizonte, la carretera de Gredos y Piedrahita y el río Adaja son el límite natural que separa la ciudad de las estribaciones de San Mateo.
(Jesús Mª Sanchidrián Gallego).