Entre los distintos reportajes aparecidos en la prensa del momento, destacamos ahora el que realizó, José Demaría López “Campúa” (1870-1936), un prestigioso fotoperiodista fue director de Nuevo Mundo y Mundo Gráfico donde apareció Ávila en varias ocasiones. Entre sus fotos sobresalen las que realizó con motivo de la visita del rey Alfonso XIII a la ciudad según publicó Nuevo Mundo el 23 de junio de 1904.
La prensa local tardó muchos años en incorporar la fotografía a sus páginas de una forma definitiva, lo que no se produjo hasta 1940, aunque lo hacía puntualmente coincidiendo con las fiestas de Santa Teresa, tal es el caso de los periódicos La República Española (1895), Heraldo de Ávila (1896), El Eco de la Verdad (1896), El Eco de Castilla (1904) y El Diario de Ávila (1904 y 1905). Entre las revistas locales ilustradas sobresalieron las tituladas La Ilustración Abulense (1899), Para todos…Revista Semanal (1914-1915), y Ávila. Semanario Ilustrado (1921-1922), donde se publicaron fotos con regularidad de Julián Fuentetaja, Vidal, Duque y Mayoral.
Deteniéndonos por un momento en la figura de José Mayoral Encinar (1890-1971) diremos que el 2 de agosto de 1913 fue contratado como redactor gráfico de El Diario de Ávila, siendo el primer periodista que introduce la imagen fotográfica de una forma estable en el periodismo abulense, iniciándose así la historia del reporterismo de Ávila. La larga trayectoria profesional de José Mayoral Encinar, seguida después por su hijo Antonio Mayoral Fernández (1921-2004), ha sido ampliamente recogida en El reportaje gráfico abulense (1988), y en Mayoral. Archivo fotográfico (1998) y en las numerosas exposiciones organizadas por el mismo Antonio Mayoral. La mejor manera que encontró José Mayoral para promocionar Ávila, y a la vez desarrollar su actividad profesional, fue la de editar una amplia colección de postales de más de un centenar de vistas de la muralla y otros monumentos de la ciudad, con escenas costumbristas incluidas.
Otra forma de promoción de Ávila a través de la fotografía de Mayoral fue la ilustración de textos y artículos aparecidos en la prensa local y nacional que alcanzaron una especial difusión, lo que se produjo a través de los medios de los que José Mayoral Encinar fue corresponsal gráfico: las revistas ilustradas Ávila Regional, El eco taurino, El Golletazo, La Hormiga de Oro, Gotas de Tinta, La Unión ilustrada, Mundo Gráfico, Nuevo Mundo, La Esfera, y Blanco y Negro; los periódicos El Diario de Ávila, El Debate, La Vanguardia, Informaciones, ABC, Ya, Yugo y Flecha y Pueblo; y las agencias de prensa The Associated Press, EFE y CIFRA.
Entre los diversos reportajes gráficos de Mayoral destacamos los publicados en las revista nacionales La Esfera, Blanco y Negro y Estampa, por su gran repercusión y divulgación. Así, las fotografías de José Mayoral sobre la muralla, junto con otras de los Cuatro Postes, Santa Teresa, la Encarnación y aldeanos típicos sirvieron para ilustrar el texto escrito por José Sánchez Rojas sobre sobre el Centenario Teresiano de 1922 publicado en La Esfera el 16 de septiembre de ese mismo año.
Igualmente, en la revista Blanco y Negro de 12 de septiembre de 1926 se publicaron nueve fotografías de José Mayoral Encinar ilustrando el artículo titulado La visión de Ávila. Semillero de Cruces, escrito por el cronista oficial de Ávila, su primo José Mayoral Fernández, y cuyo reportaje culmina con una imagen de la ciudad y de los Cuatro Postes con un pie que dice “entre cuatro pilares, la cruz evoca los orígenes de la lucha social”. A este reportaje en Blanco y Negro sucedieron otros sobre el Monasterio de Santo Tomás y el tipismo de Ávila, lo que le valió una felicitación de la alcaldía abulense, nos indica su hijo Antonio Mayoral. En la revista gráfica Estampa (1928-1936), cuya tirada sobrepasaba los cien mil ejemplares, Mayoral publicó también varios reportajes y fotografías sobre acontecimientos sociales de la época, y sobre la muralla y otros monumentos de la ciudad relacionados con Santa Teresa.
Finalmente, debe resaltarse también la aportación gráfica que hizo Mayoral a diversos libros sobre Ávila, como los escritos por su pariente José Mayoral Fernández bajo el título Manual del turista peregrino (1922), Los viejos cosos de Ávila (1927) y Entre cumbres y torres (1950), a los que hay que sumar Vida gráfica de Santa Teresa (1929-1935), la Guía descriptiva de Ávila (h. 1933) editada por el Ayuntamiento, y El Alma de Larreta se llama Ávila (1949) de Rafael Gómez Montero. En estos títulos la muralla que rodea la ciudad aparece una vez más, imperecedera e inmutable.
Antonio Mayoral Fernández continuó la trayectoria profesional de su padre en una carrera que inició en 1933, siendo entonces el “reporter” más joven de España publicó Estampa, empezando así a colaborar como corresponsal gráfico en los periódicos y revistas siguientes: El Diario de Ávila, Ahora, Mundo Gráfico, Nuevo Mundo, Vértice, Semana, Pueblo, Liceo, Marca, Meta, Linterna, El Caso, ABC y La Vanguardia, así como en las agencias EFE, CIFRA, The Associated Press, Torremocha, Aumente y Europa Press, y Televisión Española. Y así, los Mayoral, a lo largo de su carrera, divulgaron hasta los rincones más alejados del país la imagen de la muralla abulense, además de la historia, el arte y las costumbres de la ciudad.
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
(Carretero y muralla. Otto Wunderlich, 1920).