El lenguaje visual establece por sí mismo relaciones de complicidad en su contemplación y aporta informaciones de gran valor y veracidad.
Cada imagen es como un libro de viajes o casi una novela que cuenta historias vivas, fácilmente contrastables gracias a la longevidad de plantas y árboles.
A mayores, es necesario completar la percepción de las viejas estampas con datos que ofrecen quienes participaron en el embellecimiento material de la ciudad, y con testimonios de los autores que escribieron en primera persona sobre ello.
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
(Foto: Vista parcial de Ávila desde el Cerro de San Mateo. Tarjeta postal, 1933)