Ávila ajardinada en blanco y negro. Crónica 20. El parque de san antonio (1)
El parque de San Antonio, situado a la entrada de Ávila por su lado Este, surge como paseo y alameda pública en el siglo XVI, coincidiendo con la fundación del convento de los frailes franciscanos de San Antonio, formado por una frondosa arboleda presidida por la fuente monumental de la Sierpe, tal y como reseñaron Antonio Cianca en 1595, el Padre Ariz en 1604 y Bartolomé Fernández Valencia en 1676.
El jardín que conocemos empezó a ordenarse y funcionar como un parque a partir de 1859, siendo el fruto de numerosas intervenciones y atenciones, así como de continuas renovaciones de plantas, arreglos de paseos, renovación de fuentes, reposición de calles y paseos, etc. Así, en 1865 Quadrado lo describe como “la fresca y deliciosa arboleda de San Antonio, que, con sus oscuras calles y glorietas, con su famosa fuente del dragón y con el convento que a su extremo se levanta, brotó del árido suelo por una inspiración tan poética como piadosa del noble Rodrigo del Águila a fines del siglo XVI”. Posteriormente, hubo que lamentar la desaparición de la hermosa alameda, “pues secándose los árboles, efecto de una enfermedad que les acometió, se hizo preciso cortarlos todos, o casi todos, y esto se hizo el año de 1872, reemplazándola con bonitos y lindos jardines, y variedad y abundancia de árboles que adornan los espaciosos paseos nuevamente construidos, y además de la fuente titulada de La Sierpe, otra bella y caprichosa con sorprendentes y vistosos surtidores y juegos de agua, se ha colocado en el medio del paseo central: esto constituye ahora el paseo de San Antonio”.
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
(Foto: Fuente de la Sierpe en el Jardín de San Antonio. Isidro Benito Domínguez, hacia 1898)
Publicado en
Crónicas Abulenses IV